Las materias primas como el petróleo y el oro son muy populares en el mercado de valores por tener características inherentes que las hace más resistentes a la volatilidad de otros activos. Si bien se puede invertir en una amplia gama de productos, desde piedras preciosas hasta productos agrícolas, hay ciertos bienes que tienden a ser los preferidos del mercado. Entre ellos, el oro o el petróleo. Ahora, es posible que el agua se convierta en una opción atractiva.
De acuerdo con Forbes, desde el 8 de Dic el agua ha empezado a cotizar en Wall Street. Esta materia prima ya está incluida en el mercado de futuros, en respuesta a la creciente escasez del líquido a escala internacional.
Se pondrá a disposición de los individuos que deseen invertir a partir del Nasdaq Veles California Water Index, con el símbolo NQH2O. Al segundo día en la mañana, el acre-pie (equivalente a 1.233 metros cúbicos) tenía ya un valor de 486.53 dólares por unidad.
Estos derechos de uso están vinculados al índice Nasdaq Veles California Water bajo el nombre de NQH2O y según CME, la compañía que ha lanzado los contratos, estos futuros ayudarán a gestionar el riesgo y a alinear mejor la oferta y la demanda.
Lo que cotizan son los derechos y no el recurso en sí, por lo que los compradores no recibirán una entrega de millones de litros de agua, como sí se hace con otros futuros basados en productos básicos como el petróleo y los cereales.
Antes de cotizar en bolsa, estos derechos se comercializaban en los llamados mercados spot, donde las transacciones se hacen de forma inmediata, frente a la compra a futuro en los derivados. Esto hacía que su precio subiese con fuerza en épocas de sequía.
Este índice servirá para vigilar el precio del agua específicamente en el estado de California, en Estados Unidos (EEUU). De acuerdo con la misma Nasdaq, la idea es que no solo refleje las condiciones de oferta y demanda de esta materia prima en tiempo real. También debería de darle mejores oportunidades a agentes como agricultores y municipios para gestionar el riesgo del precio del recurso en el corto y mediano plazo. Y así, ejercer mejor su capital financiero.
Agua, ¿una buena oportunidad para invertir?
El tema de la escasez de este líquido ha sido una realidad desde hace un largo tiempo. Según el WWF, el agua potable es un recurso extremadamente escaso. No solo representa menos del cinco por ciento de todo el líquido disponible en el planeta Tierra.
Dos terceras partes están en glaciares y zonas congeladas, donde no se le puede aprovechar. En este sentido, parecería que invertir en esta materia debería ser una muy buena idea, pues tiene un valor inherente alto
La realidad podría ser otra. El agua, al ser crucial para la supervivencia de todas las personas, cuenta con un sinfín de incentivos y subsidios para hacerla asequible incluso a los sectores de menor poder adquisitivo. Es un fenómeno que es descrito por agentes como el Global Water Forum y que son particularmente importantes en zonas urbanas, donde tiende a concentrarse la mayor desigualdad. Esto es justo lo que hace más difícil el rol del agua a la hora de invertir.
Un índice en el mercado de futuros, como el que acaba de presentar Nasdaq, permite a los agentes de la industria especular sobre el precio del activo en cuestión a mediano plazo. Si hay esfuerzos conscientes de gobiernos y organizaciones para mantener el costo del agua en un nivel asequible para todo el mundo, podría no haber mucha volatilidad en su valor. Esto lo haría una genial herramienta de control de riesgo al invertir, pero no para generar ganancias.
Esta iniciativa de Nasdaq no es la primera que se concibe en el mercado de valores que tiene una cercanía notable con los temas medioambientales. Por años han existido los bonos de carbono, una herramienta que las empresas usan exhaustivamente en varias de sus iniciativas de responsabilidad social corporativa (CSR). Básicamente implica invertir en comunidades que se dedican a la plantación de árboles, los cuales a su vez captan gases de efecto invernadero.
Otra iniciativa llamativa se dio a conocer a mediados del año pasado. Como el ticket de agua de Nasdaq, se empezó a abrir la oportunidad de invertir en especies en peligro de extinción. La idea de la iniciativa era permitir a filántropos y ciertas compañías dedicar dinero a varias organizaciones de conservación de animales. Y, en medida que se tuviera éxito en mantener con vida a estas razas, presentar una ganancia equivalente a estos resultados a largo plazo