Muchos inversores veteranos diversifican sus carteras utilizando las clases de activos que se enumeran anteriormente, y la combinación refleja su tolerancia al riesgo . Un buen consejo para los inversores es empezar con inversiones sencillas y luego ampliar gradualmente sus carteras.
En concreto, los fondos mutuos o los ETF son un buen primer paso, antes de pasar a las acciones individuales , los bienes raíces y otras inversiones alternativas.
Como convertirte en un buen inversionista
Sin embargo, la mayoría de las personas están demasiado ocupadas para preocuparse por controlar sus carteras a diario. Por lo tanto, quedarse con fondos indexados que reflejen el mercado es una solución viable.
Expertos coinciden que la mayoría de las personas solo necesitan tres fondos indexados :
- uno que cubra el mercado de acciones de EE. UU.
- otro centrado en acciones internacionales
- El tercero que siga un índice de bonos amplio.
Sin embargo, los inversores más prácticos pueden optar por elegir su propia combinación de activos a la hora de crear una cartera diversificada que se ajuste a su tolerancia al riesgo, su horizonte temporal y sus objetivos financieros. Esto significa que puede intentar captar rentabilidades excedentes inclinando la ponderación de su cartera para favorecer determinadas clases de activos en función del entorno económico.
Expectativas sobre las clases de activos en vista del entorno económico
Consideremos primero el desempeño relativo de las acciones y los bonos, que históricamente han mostrado una correlación inversa:
- Cuando la economía es fuerte y está creciendo, con un bajo nivel de desempleo, las acciones tienden a tener un buen desempeño a medida que los consumidores gastan y aumentan las ganancias corporativas. Al mismo tiempo, los bonos pueden tener un desempeño inferior a medida que aumentan las tasas de interés para seguir el ritmo del crecimiento económico y la inflación. Cuando la inflación es alta, los bonos a tasa fija también pueden tener un desempeño comparativamente peor si la tasa de cupón es inferior a la tasa de inflación.
- Cuando la economía se está desmoronando y llega la recesión, el desempleo aumenta y la gente deja de gastar tanto, lo que perjudica las ganancias corporativas. Esto, a su vez, puede afectar los precios de las acciones. Pero, a medida que las tasas de interés caen en respuesta a una economía en decadencia, los bonos pueden tener un mejor desempeño.
La mayoría de los profesionales financieros recomiendan una combinación de cartera compuesta por acciones y bonos, como se describió anteriormente. Otras clases de activos también pueden favorecer ciertas condiciones económicas; sin embargo, no todas las clases de activos son adecuadas para los inversores.
- Bienes raíces: una economía fuerte y un desempleo bajo pueden generar un mercado inmobiliario sólido, lo que puede beneficiar las inversiones inmobiliarias. Sin embargo, el aumento de las tasas de interés puede frenar los préstamos hipotecarios.
- Materias primas: Los entornos inflacionarios pueden llevar a un aumento en los precios de ciertas materias primas, lo que las convierte en una clase de activos favorable para utilizar como cobertura contra la inflación.
- Inversiones alternativas: el capital privado, el capital de riesgo, los fondos de cobertura y otras inversiones no tradicionales pueden tener un mejor desempeño en un entorno de tasas de interés bajas y alta liquidez. Sin embargo, este tipo de inversiones no siempre están disponibles para los inversores individuales y pueden requerir un desembolso significativo de efectivo y presentar niveles más bajos de liquidez.
- Oro: El oro se considera un activo de refugio seguro y tiene un buen desempeño en tiempos de incertidumbre económica, tensiones geopolíticas y en entornos inflacionarios. Este fue especialmente el caso durante la pandemia de COVID19, que hizo que el oro subiera a máximos históricos durante la primavera de 2020.
- Efectivo y equivalentes de efectivo (por ejemplo, fondos del mercado monetario y certificados de depósito): estos instrumentos también suelen tener un rendimiento relativamente bueno en entornos económicos inciertos o volátiles, ya que también se los considera un refugio seguro.
Los inversores pueden recurrir al efectivo como una forma de preservar su capital y limitar la exposición a riesgos a la baja durante los mercados bajistas. Sin embargo, en un entorno estable y de baja inflación, el efectivo no suele ofrecer rendimientos tan altos como otras clases de activos, como las acciones o los bonos, pero la estabilidad y el bajo riesgo hacen que una pequeña asignación al efectivo sea una opción atractiva para los inversores que buscan preservar el capital o satisfacer necesidades de liquidez a corto plazo.
¿Cuáles son las diferentes clases de activos?
Históricamente, las tres principales clases de activos se consideraban acciones, deuda (bonos) e instrumentos del mercado monetario. Hoy en día, muchos inversores pueden considerar que los bienes raíces, las materias primas, los futuros, los derivados o incluso las criptomonedas son clases de activos independientes.
¿Qué clases de activos son las menos líquidas?
En general, los terrenos y los bienes inmuebles se consideran entre los activos menos líquidos, porque puede llevar mucho tiempo comprar o vender una propiedad a precio de mercado. Los instrumentos del mercado monetario son los más líquidos, porque pueden venderse fácilmente por su valor total.
¿Qué clases de activos funcionan bien durante períodos de alta inflación?
Los bienes raíces y las materias primas se consideran buenas coberturas contra la inflación , porque su valor tiende a aumentar a medida que aumentan los precios. Además, algunos bonos gubernamentales también están indexados a la inflación, lo que los convierte en una forma atractiva de almacenar el exceso de efectivo.
El resultado final
La formación en materia de inversiones es esencial, al igual que evitar inversiones que no comprende del todo. Confíe en las recomendaciones sensatas de inversores experimentados y descarte los “consejos” de fuentes poco fiables. Cuando consulte a profesionales, busque asesores financieros independientes que cobren solo por su tiempo, en lugar de aquellos que cobran comisiones. Y, sobre todo, diversifique sus inversiones en una amplia gama de activos.