Vender un activo para cubrir deudas, que se debe analizar

Tanto en las empresas como a nivel personal, cuando se dificulta hacer frente al pago de deudas puede pensarse que vender activos o bienes para pagar deudas ayudarán a salir del problema más rápidamente, pero si esta decisión no se analiza cuidadosamente, podría ser una solución más negativa que el problema inicial.

Con frecuencia las empresas y las personas tienen activos (ciertos bienes o posesiones con valor económico que pueden convertirse en dinero en efectivo), pero no tienen solvencia, es decir, capacidad para hacer frente a tus compromisos de pago, sean estos deudas con instituciones financieras, deudas con proveedores, con personas particulares o deudas de obligaciones laborales

La presión del tiempo y los mecanismos de cobro de la otra parte pueden hacernos tomar decisiones impulsivas, pero antes de deshacerte de algún bien para pagar deudas con el dinero que genere su venta, se debe analizar:

Que el activo no sea garantía de algún crédito. Con frecuencia adquirimos nuestros activos más valiosos mediante financiamiento, por lo cual la garantía de ese compromiso tiende a ser el mismo bien. No es posible deshacerse o ceder un bien que es garantía de un préstamo, a menos que fuera en dación en pago del mismo que te permitió adquirirlo.

La capacidad productiva disminuirá. Si al vender ese o esos activos verás mermada tu capacidad de generar ingresos de forma inmediata, no es buena idea.  También se debe valorar si al perder ese activo perderías una posible garantía para solicitar financiamiento para reactivar el negocio.

¿Cuánto vas a pagar con la venta de ese bien?  Si con la venta de ese activo vas a cancelar el saldo total, podría ser una alternativa viable. Pero si únicamente servirá para pagar unas cuantas cuotas e intereses, resultará un parche para pagar un poco de tiempo, no para resolver el problema.

¿Qué es más costoso? En los negocios y a nivel personal adquirimos activos con el propósito de crear o aumentar el patrimonio, pero no puedes generarlo con deudas creciendo exponencialmente. Si la deuda crece más rápido de lo que crece tu riqueza a partir de ese activo, debes valorar muy bien su preservación.

Es más, antes de decidir si vender o no un bien para pagar deudas, se debe trabajar en la reducción de gastos fijos al máximo posible, seguido por renegociar las deudas y contratos con todos tus proveedores y trabajadores.