Empresa en crisis, como salvarla

Es esencial que monitorees las finanzas de tu empresa periódicamente para identificar si se avecina una crisis y emprender oportunamente las acciones para salvarla.

Los problemas financieros por un flujo de caja deficitario o un riesgo cambiario no previsto, por ejemplo, no deben significar la bancarrota para tu negocio, siempre y cuando se detecten a tiempo y actúes para remediarlos.

Más del 25 por ciento de las empresas en crisis no logran recuperarse, y no es por la gravedad de sus problemas, sino por no reconocer a tiempo que los tienen ni por actuar para evitar la bancarrota.

El consejo número uno de los expertos de cómo salvar a una empresa es que los dueños se mantengan oportunamente informados de la situación financiera de su negocio; sin embargo, aún así puede resultar que se enfoquen en los indicadores equivocados.

Un empresario que se centra solo en las cifras de ventas, y que esté muy tranquilo porque ve que su volumen ha aumentado, puede estar pasando por alto muchas otras variables que podrían afectar a su flujo de caja y poner en riesgo a la empresa.

Un ejemplo es cuando el volumen de ventas ha aumentado pero no se cuenta con el capital o el financiamiento para elevar la capacidad de producción y poder satisfacer la demanda.

Y aun cuando encuentres el financiamiento a tiempo, quizá tu recuperación de la inversión no se dé a tiempo para que puedas hacer a tiempo tus pagos.

¿Cómo identificar los problemas?

Para empezar debes tener clara toda la información financiera de tu empresa y para ello te servirá buscar las respuestas a estas preguntas, además de analizar tus estados financieros:

  • ¿Cuál ha sido la variación de las ventas en el último semestre y cómo se comparan con el mismo periodo un año antes?
  • ¿En dónde se sitúa el margen de contribución promedio en el mismo lapso y en comparación con el año anterior?
  • ¿Cómo se espera que se comporten los precios de ventas y los costos en los siguientes seis meses?
  • ¿A cuánto asciende el margen de contribución de los productos que conforman el 80 por ciento de las ventas cada mes y el margen de contribución generado por los clientes que representan el 80 por ciento del volumen de ventas cada mes?
  • ¿En qué nivel se sitúa el punto de equilibrio financiero de tu negocio?
  • ¿Cuáles fueron las ganancias en el periodo contable más reciente? Si las hubo, ¿cómo se invirtieron? Si se registraron pérdidas, ¿cómo se financiaron?
  • ¿A cuánto asciende tu capital de trabajo?
  • ¿Tienes cómo cubrir tus obligaciones financieras en el próximo año?

Para reconocer una crisis financiera estos son los síntomas que debes identificar (entre más pronto mejor):

  1. Has tenido problemas para hacer los pagos a tus proveedores, de tus obligaciones fiscales o tus cargas sociales.
  2. Has buscado reestructurar tus deudas con instituciones financieras para reducir los pagos mensuales.
  3. Has comprometido tus propiedades y maquinaria como garantía crediticia.
  4. Enfrentas una contracción del mercado y tus ventas no están creciendo, e incluso se están reduciendo.
  5. Tu margen de ganancia se ha reducido respecto del año anterior y no estás alcanzando tu punto de equilibrio financiero.

¿Cómo evitar la quiebra de tu negocio?

Ante una situación de crisis, no puedes perder tiempo y debes actuar para resolverla y rescatar a tu negocio.

Identificar con precisión qué ha provocado la crisis te marcará la pauta de lo que debes hacer para dar marcha atrás o tomar la difícil decisión de cerrar el negocio y emprender uno nuevo, antes de que las pérdidas te hundan aún más.

Si tu negocio enfrenta la quiebra y debes decidir si vale la pena salvarlo, estos son los pasos a seguir:

  1. Evalúa la realidad financiera de tu empresa para que puedas tomar decisiones informadas. Enfócate en su liquidez, rentabilidad y nivel de endeudamiento, todo lo cual te indicará si estás en posición de cumplir con tus compromisos inmediatos, obtener ganancias y pagar tus obligaciones financieras. Esto representa elaborar tus estados financieros actuales y tomar en cuenta tus activos disponibles, a cuánto ascienden tus ingresos y cuál ha sido tu historial de utilidades.
  2. Al tener una visión panorámica de la situación financiera de tu negocio, deberás tomar una decisión informada y razonable sobre si es posible salvarlo o no.
  3. De seguir adelante, debes diseñar una estrategia que establezca a cuánto asciende la inversión que necesitas para capitalizar el negocio y dónde la buscarás, qué acciones emprenderás  para ahorrar costos, aumentar ventas e incrementar tus ingresos con el fin de mejorar tu flujo de caja. Si la decisión es cerrar la empresa, también debes planear cómo hacerlo de manera responsable tanto para tus empleados como para los inversionistas y acreedores.

En la siguiente infografía te enumeramos el tipo de acciones que puedes emprender para salvar a tu negocio:

Tener a tu negocio al borde de la quiebra no es para nada deseable, pero si ya estás en esta situación debes analizarla fríamente y tomar decisiones oportunas y valientes que la rescaten o que eviten que los problemas financieros empeoren.

No será fácil, pero ese negocio a cuyo lanzamiento dedicaste tanto trabajo y desvelos bien merece un  esfuerzo más.

Cómo Evitar que Los Empleados Acaben con Tu Negocio

Entre los factores determinantes para el éxito o fracaso de un negocio, el recurso humano es seguramente uno de los más críticos.

Tus empleados pueden hacer la diferencia entre una empresa altamente productiva y dinámica o pueden convertir a tu compañía en una organización apática, lenta y deficiente al punto de llevarla al caos e incluso a la quiebra.

 

Tener malos empleados puede ser una gran pérdida de dinero y un dolor de cabeza pero muchos emprendedores lamentablemente se dan cuenta de esto cuando es demasiado tarde, cuando muchas veces las situaciones están fuera de control o cuando lidiar con esos colaboradores con mala actitud se vuelve difícil y complicado de resolver.

Así que hoy te comparto algunos buenos consejos para evitar que los empleados acaben con tu negocio:

Contrata inteligentemente

El ideal es que puedas evitar el problema y eso solo lo puedes lograr haciendo una buena contratación de personal.

Desde luego solicitar los servicios de una empresa especializada puede ayudar a filtrar gente que solo te atraerá problemas pero si no cuentas con el presupuesto para tal fin, procura entrevistar cuidadosamente a cada prospecto par evaluar su personalidad y actitud.

Procura que tenga suficientes referencias positivas antes de contratarlo. Llama a sus referencias y asegúrate que puedan hablar bien de esa persona. Haz preguntas directas sobre su actitud hacia el trabajo, relación familiar y honradez

Especialmente haz mucho énfasis en los valores de las personas a contratar. No es suficiente que contrates a un mecánico de autos solo porque es buen mecánico (técnicamente hablando). Necesitas saber que es honrado, respetuoso y responsable en el trabajo. Debes saber que no llegará tarde o se ausentará de sus labores porque la noche anterior estuvo bebiendo licor.

Sus habilidades son importantes pero sus valores lo son aún más.

Procura un buena ambiente laboral

Las personas son seres humanos con necesidades, sueños y responsabilidades y deben ser tratadas con respeto y dignidad. Un buen colaborador se puede transformar en un empleado conflictivo cuando se siente explotado y abusado en el trabajo.

Las extensas jornadas, los malos tratos, la recarga de trabajo y la mala paga son los detonantes para que las personas pierdan la lealtad y el sentido de responsabilidad hacia la empresa.

Un cajero mal pagado puede verse tentado a tomar dinero que no le pertenece por el simple hecho de que siente que no tiene un salario justo.

Una cocinera que es maltratada puede darle un pésimo sabor a la comida por el simple hecho de vengarse contra quienes pierden la sensibilidad hacia su dignidad como persona.

Un ayudante de bodega podría ser el próximo líder sindicalista que te cause grandes problemas laborales. ¡Que no necesitas!

Motiva constantemente

Los grandes líderes de la humanidad lo saben. El secreto está en la mente y en nuestros pensamientos. Procura que con cierta frecuencia tus empleados reciban charlas motivacionales donde además recuerden la visión de la empresa.

Las palabras de aprobación y agradecimiento, los reconocimientos públicos y porque no, dar algún incentivo económico a los empleados con mejor actitud y responsabilidad son armas que pueden hacer una enorme diferencia en el clima laboral. Mejorar la motivación puede potenciar tu empresa a niveles insospechados de éxito.

Toma decisiones firmes cuando haya que hacerlo

Si ya tienes en tu equipo a un mal empleado, recuerda el dicho: “una manzana podrida, pudre todo el cesto.” Así que no esperes a que esa persona contamine a todo un departamento y luego a toda la organización.

Se firme en tus decisiones. Haz las llamadas de atención que correspondan pero si no hay un cambio entonces procede a prescindir de esa persona que no aporta nada positivo a tu organización.

La parte difícil en estos casos es suplir la parte funcional de dicho individuo que muchas veces se aferra a su puesto porque conoce procesos internos de la empresa o porque es experto en alguna área técnica. En casos como esos, debes buscar a alguien con la capacidad de aprender rápidamente o de ser capacitado de inmediato para suplir dicho puesto. Puede que incluso sufras temporalmente mientras se hace el reemplazo pero los beneficios a largo plazo pueden ser mucho mejores.

Como un último consejo, procura siempre antes de hacer un despido cumplir con todas las normativas que establece el código de trabajo de tu ciudad en términos de llamadas de atención verbales y por escrito para evitar que el mismo se considere “un despido injustificado”.