El 77% de la población del país tiene al menos una deuda. Esto, además de provocar estrés, genera inseguridad financiera ante emergencias o tensión con terceras partes cuando se recurre a casas de empeños o fuentes informales, como amigos o parientes.
Aunque los porcentajes varían, este tipo de situaciones se extiende a casi cualquier país: no sabemos cómo pagar los préstamos”
Por fortuna, existen diversas estrategias que nos pueden ayudar a saldar nuestras deudas de una manera bien planeada, a la vez que nos motivan con pequeños éxitos para seguir cumpliendo con nuestros deberes financieros. Una de estas estrategias, quizás la más famosa, se conoce como el “método de la bola de nieve
El método de la bola de nieve
¿Es el correcto para mí?
Este método ayuda a obtener resultados en poco tiempo porque nos lleva a concentrarnos en cumplir primero con las obligaciones financieras más pequeñas sin dejar de pagar las cuotas de los demás préstamos.
No obstante, para poder lograr esto es necesario no tener problemas de flujo de caja; es decir, nuestros gastos tienen que ser menores que nuestros ingresos.
Si no cumples con este punto o si no te es posible reducir tus gastos sin afectar la satisfacción de tus necesidades básicas, hay otras estrategias que funcionarán mejor que esta, en tu situación.
Como iniciar
Empezaremos poniendo en una lista todos los compromisos de pago que tengamos. Más tarde, lo organizaremos de mayor a menor tamaño -método “avalancha”- o viceversa -método “bola de nieve”- y, posteriormente, comprobaremos que podemos cubrir el pago mínimo que requieren todos ellos.
Una vez lo hagamos, determinaremos la cantidad extra que vamos a abonar en la primera deuda que queremos resolver. En el caso del método “bola de nieve”, la suma entre el pago mínimo y la cantidad extra que abonemos en la deuda más pequeña será el punto del que partamos para abordar la segunda, más el pago mínimo que corresponda. Así la bola de nieve irá creciendo.
¿Cómo aplicarlo?
- Conoce tu situación.
Haz una tabla en la que listes todas tus deudas. Agrega en una columna la cantidad total que debes, la cuota mínima que debes pagar y la tasa de interés.
- Ordena tus deudas.
Organiza la lista de la deuda más baja hasta la más alta. Si alguna tiene una tasa de interés del 50% o mayor, ponla en el primer lugar.
- Cuida tu presupuesto.
Analiza tu presupuesto general (tus ingresos y egresos) para determinar con cuánto dinero cuentas cada periodo de pago.
Para incrementar esta cantidad elimina aquellos gastos que no cubren una necesidad básica: entretenimiento, reuniones sociales… Y sustituye los servicios “necesarios” por una versión más económica (usa el bus en lugar de Uber, prepara una taza de café casero en lugar de ir a Starbucks).
- Ocúpate de los pagos mínimos.
Paga las cuotas mínimas de todas tus deudas.
- Comienza con las deudas pequeñas.
Usa todo el efectivo restante para pagar lo más posible de la primera deuda en tu lista (la más pequeña).
- Repite hasta terminar.
Una vez que hayas terminado con esa deuda, repite el proceso con la siguiente en la lista.
¿Por qué funciona?
Tal como su nombre lo indica, esta estrategia hace que el dinero funcione como una bola de nieve que rueda hacia abajo por una colina. Conforme vamos saldando las deudas pequeñas el dinero que tenemos para pagar las más grandes va aumentando.
Algo similar ocurre con nuestro entusiasmo. Esa pequeña victoria al cumplir por completo una obligación financiera nos motiva a seguir con este modelo hasta convertirlo en un hábito.
Si nos preocupamos primero por las deudas grandes es fácil sentirnos impotentes, esclavos de una lista de pagos que se extiende por años y años. Pero obtener estas victorias en tus deudas más pequeñas ayuda a entender una realidad sencilla: Podemos pagar¡